A pesar de las intensas campañas de bombardeos que ha sufrido durante los últimos meses, y aunque la invasión de las tropas rusas en febrero de 2022 ha producido apagones en numerosas ciudades, Ucrania ni se rinde ni sucumbe a los planes pensadores para sabotear sus infraestructuras Así se supo el viernes, cuando se anunció que el país podrá exportar energía por primera vez en seis meses, después de que los misiles lanzados por el Kremlin hayan tenido como objetivo prioritario las centrales eléctricas de luz y el tejido energético.
Según la información de la BBC, el ministro ucraniano de Energía, Herman Halushchenko, inició el viernes una orden ejecutiva para retomar las exportaciones de energía, aunque, como imponen las necesidades de la guerra, siempre priorizando que el suministro llegue a los ciudadanos del país . Ha pasado el invierno mas dificil […] El paso es comenzar a exportar electricidad próxima, lo que nos permitirá atraer recursos financieros adicionales para la necesaria reconstrucción de la infraestructura energética destruida y dañada”, aseguró Halushchenko, en declaraciones reproducidas por el medio británico.
Esta misma voluntad de resistencia no sólo se ha manifestado con la noticia sobre las nuevas exportaciones de energía, sino también con la contundencia con la que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha respondido a las propuestas de su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva , sobre la entrega de Crimea a Rusia como condición necesaria para acabar con la guerra y firmar la paz.
Zelenski retó a Lula
Según las declaraciones recogidas el pasado viernes por el portal de noticias G1, Lula confirmó, sobre el camino para poner fin al conflicto, que “tal vez Crimea no se discutió, pero habrá que repensar lo que invadió después”. Con esas palabras, el mandatario brasileño pretendaba transitar una parente via intermediario entre Kiev y Moscú, empujando a que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, aceptara retirarse del resto de territorios ukranianos anexos de formación ilgal – les provincias de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón-, pero no así de esa península, ubicada de manera estratégica en el mar Negro. Siguiendo con esa argumentación, Lula también dijo que Zelenski “no puede tener todo lo que cree que va a tener”, una manera de animarle a que haga renuncias.
Lula confirmó, sobre el camino para poner fin al conflicto, que “tal vez Crimea no se discutió, pero habrá que repensar lo que invadió después”
«El mundo debería saberlo: el respeto y el orden volverán a las internacionales solo cuando la bandera ucraniana regrese a Crimea, cuando haya libertad allí, como en cualquier otro lugar de Ucrania», respondió Zelenski, a través de un vídeo en el que daba parte de sus actividades diarias y expresaba un rechazo tajante a entregar Crimea a los rusos. Sin mover un ápice de su postura, el presidente insiste en que la paz solo será posible si se garantiza la integridad territorial de Ucrania. Cualquier otra propuesta, a sus ojos, no es digna de consideración.