Probablemente eso de que la moda es cíclica no suene a nada nuevo. Pero esta expresión define a la perfección el ritmo de la industria y la manera de comportarse, y es que ya se sabe que lo que triunfó en su día, volverá reinterpretado de otra forma con el paso del tiempo. Por eso también conviene defender aquello del «nunca digas nunca», en lo que a estilismos se refiere. Sin embargo, eso no impide que con cierta regularidad haya que poner el armario en orden y guardar (o donar) aquello que ya no se lleva o que simplemente no encaja más con nuestro estilo actual.
En verano hay ciertos básicos que no fallan como las prendas de lino, los vestidos boho, los caftanes y las blusas vaporosas. Pero también hay otras piezas de tendencia que de un año para otro pueden quedar algo desfasadas. O incluso no funcionar durante la temporada estiva, pero de nuevo volver con fuerza en otroño.
Tanto para las que estén pensando en su maleta de vacaciones como las que hayan decidido hacer una buena limpieza en el vestidor veraniego, recopilamos ocho tendencias de las que se pueden prescindir estos meses, por mucho que el año pasado fuesen las protagonistas. Lo que pasará con ellas en el futuro, solo el tiempo lo dirá.
Falda de tablas
El pasado otoño y durante la primavera Miu Miu se encargó de revivir las minifaldas de tablas haciéndonos volver a la etapa estudiantil. Una prenda que también se ha lucido mucho en total looks y que sin embargo este verano será mejor guardar en el armario hasta nuevo aviso. Los diseños midi, tanto ajustados como de corte fluido son los que ganan posiciones esta temporada.
El cuero y el látex
Una tendencia que produce calor solo de pensarlo y que sin embargo otros años ha estado muy presente, en forma de minivestidos y tops que poco dejaban a la imaginación. Ahora toca sacar los diseños de punto, algodón, y para las ocasiones más especiales (y cuando se busca algo de ‘brilli brilli’ el lúrex).
Pantalones demasiado ajustados
Por Mucho que los pitillo estén volviendo de nuevo a las calles, con 40 grados a la sombra no es el momento de llevarlos. Por mucho que se combinen con tops ligeros y sandalias. Mejor darles un tiempo y apostar en su lugar por diseños flare o boyfriend -en el caso de los jeans- o modelos en tejidos ligeros de pata de elefante.
Botas altas
Aunque hacen las delicias de las amantes del ‘boho-chic’ combinadas con vestidos de flores. Este tipo de diseños por ahora no figuran entre los imprescindibles de las que más saben de moda. En su lugar ganan posiciones además de los mules, las bailarinas ‘net’ (o lo que es lo mismo, de red) y las sandalias de tipo Birkenstock o Veja.
Cuadros
Un estampado que abre paso a las flores y prints psicodélicos, a excepción del mix blanco y rosa que aparece en la película de Barbie y que Zara se ha encargado de incluir en la colección donde homenajea a la famosa muñeca.
Looks pijameros
Los vestidos lenceros siguen siendo una tendencia en alta, pero los conjuntos de inspiración pijama mejor dejarlos para otra ocasión. Eso no impide que tanto el satén como la seda estén de plena actualidad, incluso tapizando stilettos y bolsos.
Logos XXL
La logomanía vino muy fuerte cuando terminó la pandemia. Pero eso de ir repleta de arriba abajo, en este momento es mejor dejárselo a los deportistas o a los cantantes de reggaetón. Eso sí, no te deshagas de las prendas, porque seguro que volverá más pronto que tarde.
Volantes
Respecto a esta tendencia hay que hacer una puntualización. Se siguen llevando, pero de una forma más sutil, de tamaño pequeño y como broche final a una prenda. En aquellas versiones en las que se hacen con todo el protagonismo y se ven demasiado ‘rococó’, mejor, no.
Pero como todo en esta vida, cada una debe saber adaptar las tendencias a sus gustos y estilo sin dejarse llevar demasiado por ellas.