Sin ellos, Emmanuel Macron nunca habría dicho estas palabras: “La endometriosis no es un problema de mujeres, es un problema social. Entonces, era hora de que diésemos visibilidad nacional a su lucha. » Era el 11 de enero de 2022. El presidente de la República transmitió una estrategia nacional y Francia se convirtió en el segundo país, detrás de Australia, en adoptar tal política. Una victoria para las asociaciones de pacientes que reclaman desde hace tiempo que esta enfermedad, que afecta a una de cada diez mujeres en edad fértil, sea una cuestión de salud pública. “Hace diez años, tener un artículo sobre esta enfermedad en un periódico era muy complicado. Hoy, hay uno por día publicado »reconoce a Priscilla Saracco, presidenta deENDOmind, una de las dos principales asociaciones.
Uno de los tres pilares de esta estrategia nacional se basa en la creación, a fines de 2023, cursos específicos, en cada región, con una oferta de atención graduada. Una política que Agnès Buzyn había defendido cuando era Ministra de Salud, anunció un plan de acción en 2019. Objetivo: lograr que los profesionales de la salud trabajen juntos en todo el territorio para orientar mejor a los pacientes y mejorar la atención.
“La idea es que el cirujano experto, especialista en endometriosis del hospital, que debe atender los casos más graves, sea el último recurso. En el Hospital de San José [à Paris]tenemos 800 solicitudes de soporte por mes, es complicado responderlasdice Erick Petit. Pero el tendón de la guerra es la formación de médicos generales, enfermeras escolares, matronas, pero también farmacéuticos, médicos del trabajo…” Radiólogo, jefe del centro de endometriosis de este establecimiento y cofundador de la asociación Resendo, una red ciudad-hospital creado en 2015, este último toma regularmente su personal de peregrinos para formar médicos generales.
Condición a largo plazo
“Las cosas están avanzando”en palabras de Yasmine Candau, presidente de la asociación EndoFrancecreado en 2001. Las redes de atención ya existen en cinco regiones (cuatro en Ile-de-France, una en Provence-Alpes-Côte d’Azur, Auvergne-Rhône-Alpes, Bretaña y Nueva-Aquitania), en todas las demás están en el proceso de ser creado. “Esta estructuración llega tarde y llevará tiempo pero, para las generaciones futuras, es algo bueno, reducirá el tiempo de diagnóstico”ella señala.
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