NOLos funcionarios electos a cargo de la primera infancia en toda Francia, instamos al Presidente de la República a que finalmente tome las medidas necesarias para garantizar que el sector de la primera infancia, tan esencial para nuestra sociedad, no muera.
La primera infancia es decisiva para el futuro de las personas y las familias. Las estructuras de atención a la primera infancia son decisivas en la lucha contra las desigualdades que azotan desde el nacimiento, tanto como lo son para la igualdad de género. Son determinantes para la integración profesional de ambos padres. También son determinantes para nuestra economía.
La primera infancia es la mejor inversión que puede hacer un estado. Así lo demostró el Premio Nobel de Economía (2000) James Heckman: 1 euro invertido en la primera infancia aporta al final 7,50 euros a la sociedad.
Un verdadero shock de atractivo.
Sin embargo, nuestras guarderías, en todas partes de Francia, están muriendo lentamente debido a la escasez de contratación de profesionales calificados. Los equipos están agotados. Las licencias por enfermedad y las ausencias no prolongadas son legión. El uso de trabajadores temporales ni siquiera es suficiente. Lamentamos las miles de cunas congeladas, las reducciones en la amplitud horaria ponen a las familias en su lugar para sus actividades profesionales en todo el país.
Nuestras guarderías están ardiendo y el presidente está mirando hacia otro lado. El servicio público para la primera infancia que desea implantar se vive así en todas las guarderías de Francia como una dulce utopía.
¿Cómo podemos imaginar la creación de decenas, incluso cientos de miles de nuevos lugares de acogida, aunque no tengamos los medios para mantener abiertas nuestras cunas existentes? La realidad de nuestras guarderías hoy es demasiado dura para poder imaginarla. Esta realidad también ha quedado claramente atestiguada en el reciente informe de la Inspección General de Asuntos Sociales (IGAS) encargado por el gobierno («Calidad de acogida y prevención del maltrato en las guarderías», IGAS, marzo de 2023).
Las soluciones obviamente no vendrán por la desregulación de estas profesiones, por exigir tiempo de formación o por permitir perfiles no cualificados para estas profesiones.
Al contrario, es un verdadero choque de atractivos que hay que evitar a partir de ahora.
Necesidad de recursos significativos
Sacar a la primera infancia de la indiferencia en la que ha estado atrapada durante tantos años para convertirla por fin en una prioridad nacional dotándola de medios para superar la crisis de contratación que atraviesa: fuerte aumento de salarios, creación de decenas de miles de plazas de formación , sino también los locales y puestos docentes necesarios para las mismas, reducción de la tasa de supervisión, plan de prevención de la deserción profesional y desarrollo de carrera, plan de reconocimiento y formación de las profesiones asistenciales individuales, promoción a corto, medio y largo plazo de todas estas profesiones con el público en general y los jóvenes en particular, la revisión de las licencias de maternidad y paternidad para que los padres puedan cuidar a su hijo durante los primeros doce meses, etc. Todo esto requiere importantes recursos que finalmente beneficiarán a nuestro país 7,5 veces más de lo que tendrá costo.
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