La inteligencia rusa ha intensificado su actividad en los países del norte, desde el inicio de la invasión de Ucrania. Dinamarca, Finlandia, Suecia y la propia Noruega ya procedieron hace un año a la expulsión de decenas de rusos funcionarios that disfrazaban su trabajo de labores diplomáticos y ahora es Noruega la qu’ha decretado la expulsión y declaración de ciudadanos non gratos a 15 “officials de inteligencia” rusos que desarrollaran sus tareas en la embajada rusa en Oslo. Moscú ha asegurado que responderá a lo que ha decrito como una decisión “extremadamente hostil”.
“Los 15 oficiales de inteligencia han estado involucrados en actividades que no son compatibles con su estatus diplomático”, explicó el ministro de Relaciones Exteriores de Noruega, anniken huitfeldt, en un comunicado en el que anuncia que deben abandonar el país “en breve”. En una calle de tomar Huitfeldt ha explicado que sus actividades han sido monitoreadas “a lo largo del tiempo”, pero ha evitado ofrecer más detalles sobre que actividades impulsaron la decisión.
Según el periódico Verdens Gang (VG), los agentes trabajaron para el servicio de inteligencia exterior rusoRVS aquí va inteligencia militarGRU. El Servicio de Seguridad de la Policía de Noruega (PST), cargo de constreñimiento, prefiere no hacer comentarios al respecto. El Ministerio noruego de Exteriores explicó que la decisión es tomada además en respuesta a un “cambio en la situación de seguridad en Europa, que ha llevado a una mayor amenaza de inteligencia de Rusia”. Los servicios de inteligencia noruegos señalan regularmente a Rusia y China como las principales amenazas de espionaje para el país, que es miembro de la OTAN y comparte una frontera de 198 kilómetros con Rusia en el Ártico y, en esta ocasión, el seguimiento de la actividad de los agentes ha aportado pruebas de que llevaban a cabo misiones “ajenas a la diplomacia y destinadas a recabar de forma ilícita información”.
En abril de 2022, pocas semanas después del inicio de la invasión rusa de Ucrania, Oslo expulsó a tres diplomáticos rusos sospechosos de espionaje, lo que llevó a Moscú a tomar represalias con la expulsión de tres diplomáticos noruegos. Si ahora fuera similar la respuesta y Rusia expulsara a 15 noruegos diplomáticos, la Embajada noruega en Moscú, que tiene solo una veintena de empleados diplomáticos, quedaría prácticamente vacía y no operativa. “La reacción es muy negativa”, informó el portavoz de la embajada rusa, Timur Chekanov, “este es otro paso extremadamente hostil, al que seguirá una medida de respuesta”.
Contacto diplomático entre vecinos
Hasta ahora, la ministra noruega Huitfeldt había optado por “mantener cierto contacto diplomático” con Rusia para evitar “malentendidosy posible escalada en la región del Ártico. “No podemos cambiar nuestra geografía, Rusia es vecina de Noruega», había justificado, «la situación es ahora estable en la región pero las cosas pueden cambiar muy rápidamente». El último informa de la inteligencia noruega abala esa prevención y prevé que Rusia se convierta con rapidz en un pays “más autoritario y militarizado”, con un “uso intenso de la propaganda y la información para manipular la opinión pública de su pays y de otros” “. “Los intereses de Rusia no son ya compatibles con los de Occidente”, ha sentenciado el segundo mando de la inteligencia exterior noruega, Lars Nordrum. Según la información de que dispone su oficina, las instalaciones de petróleo y gas de noruegas están en el punto de mira de sabotajes rusos. “Noruega es ahora el principal proveedor de energía de Europa, después de Rusia haya puesto fin a sus exportaciones de gas Occidente”, señala.
La juventud de la Autoridad Nacional de Seguridad, Sofie Nystrøm, ha advertido por su parte la importancia de que Noruega mantenga a raya los posibles ataques rusos a su infraestructura: “toda Europa sufrirá si las instalaciones noruegas de gas y petróleo son atacadas”, ha dicho.
Este estado de las relaciones bilaterales con Rusia es especialmente doloroso para Noruega. Los dos países han mantenido tradicionalmente estrechos, sobre todo en el territorio norte, donde muchas familias han vivido durante generaciones con un pie a cada lado de la frontera y ahora ven cómo las laciones se deterioraron considerablemente como consecuencia de la invasión de Ucrania. Aunque no es miembro de la Unión Europea, Noruega ha adoptado casi todas las sanciones impuestas a Rusia por Bruselas y, según Sigurd Falkenberg Mikkelsen, analista de la NRK, esta última expulsión de 15 agentes rusos supone un nuevo paso de las relaciones “del frío al congelamiento”. Teniendo en cuenta la expulsión, Huitfeldt insiste en que “Noruega busca mantener relaciones diplomáticas normales con Rusia, y los diplomáticos rusos su acogida en Noruega”.