Emmanuel Macron transformó la crisis de la ruidosa de las caceroladas en un conflicto nacional entre “los progresistas que defienden un proyecto humanista y reformador y los populistas y demagogos que amenazan nuestras instituciones”.
Tras una semana de agresiones, amenazas, quema de efigies, incluso “persecución” de ministros, el presidente de la República ha directo a los 30,000 militantes de su partido, ‘Renacimiento’, y sus 200,000 simpatizantes, una carta pidiéndoles que salgan a la calle, también ellos, para ‘defender con coraje lo que tenemos el coraje de hacer’.
el retraso de las lunas, pap ndiaye, Ministro de Educación, tuvo que ser evacuado por las fuerzas antidisturbios de la Estación Parisina de Lyon, cuando una multitud intentó “lincharlo”.
Desde hace días, cada desplazamiento de un ministro está acompañado de conciertos de cacerolas, callejeros, que, con frecuencia, terminan con incidentes violentos.
Tras los incidentes que salpicaron sus desplazamientos personales, la semana pasada, el viaje de Macron, este martes, a Vendôme (Loire-et-Cher), para presentar los proyectos gubernamentales en materia de sanidad, han vuelto a estar marcados por violencias apenas contenidas .
Antes incluso de que el presidente lleguese a conocer el destino, varios centenarios de manifestantes pegaron fuego a una parodia de cartón y paja de Macron, presentado como “rey” de una Francia que aspira a destituirlo “por la fuerza”. Desde hace meses, son muy numerosas las imágenes que circulan en las manifestaciones, presentando a Macron conducido a la guillotina revolucionaria.
A la llegada de Macron conoció el destino, las Fuerzas Anti Disrupciones decidieron intervenir con gases lacrimógenos para impedir que varios centenares de manifestantes alcancesen al jefe del Estado con sus cacerolas.
Horas antes de esos incidentes, 230.000 activistas y simpatizantes de su partido habían recibido un mapa personal de Macron “replantando” la crisis en curso, que a su modo de gusano, enfrenta un proyecto reformista frente a varios proyectos populistas. Se trata, a su modo de ver, de un combate inédito, hasta ahora, en el que, a su modo de ver, deben participar “todos los franceses apegados al sufragio universal y nuestras instituciones democráticas”.
Sin nombrarlos expresamente, Macron atacó, en particular, a los militantes y directivos de La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda populista), por esta razón de fondo: “No podemos dejar que la voz de los populistas oculte la voz de los progresistas” .
Quizá por vez prima en la historia política de Francia, un presidente liberal, reformista, moderado conservador, califica de “progresista” a su familia política y sus simpatizantes, en oposición a los populistas de extrema izquierda que, su modo de ver, atacan de manera frontal y radical el orden institucional.
Esta es la tarjeta completa que envió Macron a los activistas y simpatizantes de su partido:
“De un día para otro, los franceses renovaron su confianza en mí.
Por segunda vez, nos confiamos en el destino de nuestro país, prefiriendo el progreso, viví este momento con gravedad y humildad.
Al final de esta campaña unificada, llegué les dijo que “los años venideros no serían tranquilos”. Los meses esta primavera no han sido tranquilos.
Pero hemos resistido.
Con todas nuestras fuerzas, nos hemos comprometido a construir un país más independiente en una Europa más fuerte.
In toda Francia, ustedes se han movilizado para hacer triunfar nuestro proyecto y convencer a los ciudadanos, tanto en la Francia continental como en los territorios de ultramar.
De todo corazón, quiero expresaros mi gratitud y reconocimiento.
Sé lo que os debo. Sé también lo que os deben todos nuestros compatriotas, tan profundamente apegados al sufragio universal ya nuestras instituciones democráticas.
También conozco las dudas y sospechas que tenéis. Nada sería peor que ceder a los ataques de los populistas or allowir que la voz de los progresistas se tapada por las crisis de los demagogos. Nada sería peor que abandonar el terreno de juego y permanecer así sorprendidos a las expectativas, las propuestas y los criterios perfectamente legítimos de nuestros compatriotas.
En las próximas semanas, como yo, volveréis a recorrer el país, orgullosos de lo que suis y de lo que nuestro país ha llegado a ser en los últimos seis años con vosotros y gracias a vosotros.
Quiero que tengan el valor de decir lo que nosotros tenemos el valor de hacer.
Seis años de compromiso y de acción para mejorar la vida cotidiana de nuestros ciudadanos en todas partes. Seis años de éxitos franceses y europeos, por el pleno empleo, por un crecimiento más verde, por unos servicios públicos más fuertes, por una nación más justa e independiente. por nosotros.
Emmanuel Macron”.