“Es difícil, pero también esta vez saldré adelante”. Esta frase que repite Silvio Berlusconi ha conocido a familiares es más allegados, refleja un mejor y el carácter de luchador del Cavaliere, una de las características que más lo han distinguido como empresario y además casi treinta años de protagonista en la vida política.
El ministro expresa sigue en cuidados intensivos en el Hospital de San Rafael de Milán, donde ingresó en la mañana del pasado miércoles. El diagnostico es una leucemia mielomonocítica crónica, que le ha causado neumonía. Se trata de un tipo raro de leucemia incurable, pero fuentes hospitalarias afirman que este tumor en la sangre se puede controlar. Para ello, el ministro expreso se suma a una quimioterapia no invasiva, con el fin de frenar el crecimiento de los glóbulos blancos. Ante el personaje luchador de Berlusconi, sus familiares expresan optimismo, pero lo hacen con moderación y cautela.
La situación sigue siendo grave, teniendo en cuenta la edad, 86 años, y un físico debilitado con numerosos achaques. In los últimos 26 años ha estado una veintena de veces hospitalizado y ha sufrido nueve intervenciones quirúrgicas, una de ellas un corazón abierto para reemplazar la válvula aórtica, en 2016.
Pero cierto misterio sigue rodeando sobre el estado real de salud del magnate. Il Cavaliere ha intentado que sus enfermedades sean algo íntimo y privado, casi como para preservar su imagen de hombre fuerte. Así, solo reveló en el año 2000 un cáncer de próstata del que había operado tres años antes.
Ahora, tras el delirio y ansia que creó la nueva hospitalización de Berlusconi (ya estuvo entre el 27 y 30 de marzo en el San Rafael), solamente se ha hecho público un breve parte médico por el que ha conocido que tiene una “leucemia crónica desde hace tiempo”. Es decir, ahora se ha sabido que una personalidad tan relevante como Berlusconi, el político italiano más importante en casi treinta años, tiene leucemia desde hace más de un año. La reserva informativa seguirá siendo máxima. Silvio Berlusconi ingresó a un hospital que ayudó a construir, donde tenía un departamento donde estuvo hospitalizado, y donde estuvo hospitalizado, también había un médico personal, el profesor Alberto Zangrillo, titular de la UCI donde conoció a Il Cavaliere.
Preocupación y Forza Italia
Mientras tanto, los italianos se preguntan hoy sobre el futuro del imperio económico del magnate, que heredarán sus cinco hijos, y el futuro del partido Forza Italia FI). Por su personalidad, Berlusconi nunca tuvo un delfín ni ya un sucesor. “Berlusconi no supo envejecer, siempre se sintió el capo, el centro del mundo. Fue su principal debilidad», dijo el exministro de Bienes Culturales, Giuliano Urbani, professor universitario y amigo histórico de ‘Il Cavaliere’, uno de los fundadores de Forza Italia, en 1994. Desde el momento, el partido está en manos de la compañera de Silvio Berlusconi, la diputada Marta Fascina, de 33 años; Coordinador Nacional de FI, Antonio Tajani, Ministro de Asuntos Exteriores muy leal a su líder, y la primogenita del Cavaliere, Marina, su ojo derecho, la que hoy da el visto bueno a las decisiones relacionadas con el partido y el grupo de empresas, dos campos que siempre han interrelacionado en la vida política de Berlusconi.
Los medios políticos muestran cautela. Solamente, el exministro Carlo Calenda, dirigente de Azione, partido de centro, se ha atrevido a hacer un comentario de largo alcance, en una entrevista televisiva: “Creo que se cierra de hecho la Segunda República. La Segunda República es Berlusconi, para bien o para mal. Nunca creí en su sucesión. Y esto también tiene aspectos positivos, como son sus conflictos de interés. Se cierra un capítulo de historia», dijo Calenda, concluyendo con un elogio al Cavaliere: «Ha sido un león, mejor dicho, es un león». No tiene derecho a entrar en el fondo de la historia de un gran hombre que fundó un gran partido, Forza Italia, al servicio del país y de los italianos Nadie de Forza Italia participó en un debate con Calenda presente, hasta que se exculpe», dijo el jefe del grupo de los diputados de FI, Paolo Barelli. Como se puede ver, Carlo Calenda ha replicado: “Comprendo que están en un momento de gran nerviosismo y es totalmente comprensible: si hay algo en que he molestado, pido disculpas”.
Silencio a la izquierda
Silvio Berlusconi ha sido un político divisivo, aplaudido en la derecha y ferozmente criticado en la izquierda. Pero hoy porque ni siquiera hay interés en respetar las normas no escritas de fair play o de cortesía. Muy lejana queda ya la visita que, en 2009, Pier Luigi Bersani, secretario del Partido Democrático (PD), de izquierda, realizó al hospital para ver a Berlusconi tras la agresión que sufrió en la Plaza del Duomo de Milán, cuando un manifestante el arroz a la cara una estatuilla. “Bersani me tuvo la mano Durante media hora”, dijo Luego Berlusconi. La sucesora de Pier Luigi Bersani, la líder real del Partido Demócrata, Elly Schlein, mantuvo hasta ahora un absoluto silencio.
En el Partido Democrático se ha elevado la voz solitaria del gobernador de Campania, Vincenzo De Luca: “Estamos todos entristecidos. En estas décadas hemos perdido una cosa que tenían los representantes políticos que mil veces hemos criticado y mil veces condenado: el sentido humano de la lucha política. Hemos reducido la política a la vulgaridad, inclusive a la agresión personal, a las peleas. Yo siento la necesidad de recuperarle los mjores deseos al senador Berlusconi para una”, dijo Vincenzo De Luca, adversario político de la líder del partido, Elly Schlein. Quizás no es una casualidad.