RRecientemente, un número creciente de instituciones europeas, asociaciones y líderes políticos, como el Parlamento Europeo, numerosos parlamentarios en Alemania, Bélgica, Francia, Reino Unido, Hungría y los países bálticos (Estonia, Lituania y Letonia), o el World Medical Association y el Comité Permanente de Médicos Europeos, han decidido apoyar la participación de Taiwán en la Asamblea Mundial de la Salud (WHA). Este último órgano no es otro que el máximo órgano de decisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuya próxima sesión se celebrará del 21 al 30 de mayo en Ginebra.
Si este precio de posición no ha aparecido en los titulares de las noticias europeas recientes, merece ser destacado, al menos por tres razones principales. En primer lugar, es una importante postura europea frente a la injusticia sanitaria que sufre Taiwán, que se deriva de su exclusión de la OMS así como de la mayoría de las actividades de esta organización y sus redes de vigilancia sanitaria durante muchos años.
La razón principal de esta marginación es bien conocida: la negativa de Pekín a que las autoridades sanitarias taiwanesas participen en las actividades de una agencia de la ONU mientras Taipei no haya reconocido el principio de«Una China»que considera a Taiwán como parte integral de China.
Taiwán desempeña un papel fundamental en la salud mundial
En el pasado, el reconocimiento del ex presidente taiwanés Ma Ying-jeou de la existencia de la “Consenso de 1992”que dictaminó que China continental y Taiwán estaban llevando a cabo parte de«Una China»permitió a Taiwán participar en la WHA como observador y bajo el nombre de «Chinese Taipei» (de 2009 a 2016).
La negativa de la actual presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, a reconocer este consenso y su deseo de defender el estatus de Taiwán como país democrático y soberano han derivado, a partir de 2017, en la nueva exclusión de Taiwán de la Asamblea de la Salud (WHA) como así como las actividades de la OMS y sus redes de vigilancia. Una elección política de la OMS que aísla a más de 23,9 millones de ciudadanos y residentes extranjeros en Taiwán del sistema de gobernanza sanitaria mundial, y contra la que se han levantado voces europeas.
A continuación, la decisión europea de apoyar a Taiwán en su solicitud de participar en las actividades de la OMS también refleja una conciencia en Europa del papel esencial que desempeña Taiwán, o podría desempeñar con mayor importancia, en el campo de la salud mundial.
Te queda el 51,53% de este artículo por leer. Lo siguiente es solo para suscriptores.