La mirada del corresponsal
Inglaterra y Gales, a la vanguardia del mundo a la hora de hacer frente al desconsuelo que hasta ahora vivan las vctimas de violaciones
La madre de Daisy fue violada cuando tenía 13 años. Su agresor tena 29 aos y fue denunciado a la polica, pero el caso se archiv en 1975 y no se supo ms. Hasta que la hija nacida de ese acto decidi plantar batalla ante los tribunales al alcanzar la mayora de edad, y super todas las trabas legales hasta sentarse en el banquillo a su propio padre, Carvel Bennett. El jurado le encontró «culpable» en el 2021 y fue condenado a 11 años de prisión.
The ejemplar en las islas britnicas dio pie a una campaa, auspiciada por el Centro por la Justicia de las Mujeres, para reconocer como «vctimas» a los hijos concebidos de una violacin. Al cabo de dos años, el esfuerzo ha fructificado en la ya conocida como «Ley Daisy», que pone a Inglaterra y Gales a la vanguardia del mundo a la hora de hacer frente a esta tragedia hasta ahora oculta.
Se estima que el año pasado nacieron en Inglaterra y Gales más de 3.000”bebés violados» («hijos de violaciones»). Gran parte de ellos acaban en hospicios o crecen familias adoptivas. Muchos no saben realmente cmo fueron concebidos hasta que pasan los años, y el mundo se resquebraja bajo sus pies…
«Espero que esto cambie las cosas para todos los que nacen de una violacin y que al menos se sientan que sin solos», declaró la propia Daisy a sus 47 años, al ver culminada finalmente su lucha personal con la Ley de Víctimas. «Hasta que logr sentarse ante un tribunal a mi padre, di cuenta de que ramos invisibles para la justicia penal».
«Soy la prueba viviente de una violacin», dice Daisy a El guardián. «Soy algo como la escena andante del delito que se cometi contra mi madre cuando era nia. Quera justicia para ella y quera justicia para m».
el vestido de margarita
Su lucha no ha sido en vano, y los hijos de violaciones tienden desde ahora el derecho a reclamar compensaciones económicas, asistencia social, apoyo psicológico y otros derechos en calidad de «vctimas secundarias» de un delito. La gesta de Daisy contribuyó además a quitar el estigma a los hijos «invisibles»y aunque ella ha decidido proteger su identidad bajo ese nombre, muchos han decidido dar la cara en un impactante programa documental esta semana por la BBC: Fuera de la sombra: nacido de una violación.
Ah es la historia de Tasnim, rescatada por su padre del fuego en el que muri su madre, Lucy. Poco despus descubri que su «salvador», Azhar Ali Mehmood, haba provocado el incendio en el que tambin aparecio su ta y su abuela. Fue juzgado y condenado a cadena perpetua, pero a Tasnim le quedó por conocer la parte más oscura de su propia historia… Durante el 18 de agosto, la policía guardó el diario de su madre, que fue encontrado entre los restaurants humeantes de la casa: «Querida Tas, ahora tienes diez aos, pero cuando leas esto sers mucho mayor». Lucy relató que ella sabía que hija cmo había sido fruto de los abusos sexuales de su padre, que la violación por primera vez cuando tenía 12 años y que era un hombre extremadamente violento bajo la fachada apacible de taxista.
«Soy hija de un asesino y un violador», reconoce Tasnim ante las cmaras. «Durante mucho tiempo pens en cosas horribles y me llegu a preguntar: ‘Y si acabo siendo como l?’ Hay cosas demasiado dolorosas en el diario de mi madre, pero también hay poemas, ys que no debo sentime mal conmigo mismo porque ella no querra que as fuera».
Neil, de 27 años, es la víctima «colateral» de una violación. Fue adoptado por «una familia feliz» en West Yorkshire, pero siempre sinti curiosidad por dar con su madre. Contrata a un detective privado y descubre la cruel realidad: su madre había sido violada en un parque cuando era adolescente.
«Me parezco al hombre que te hizo eso?», fue la pregunta que le hizo cuando finalmente nos encontramos. «Todo est bien, no te pareces al», fueron las palabras tranquilizadoras de la madre. Neil confies que cuando supo lo ocurrido se sinti como «uno de esos personajes de los videojuegos a los que les estalla el pecho y les sale todo fuera». Pero el reencuentro con su madre ha puesto poco a poco las cosas en su sitio «y hay amor entre nosotros».
abusos
La historia de Mandy es sobrecogedora. Su padre, un respetado polica y miembro del Salvation Army, empez a abusar de ella cuando tena 11 aos. Nadie lo saba en su familia, hasta que cinco aos despus se qued embarazada: «Era como si te inyectaran veneno; eso es lo que hizo mi padre conmigo».
Su padre quiso asistir al parto, y las comadronas le abandonaron coger los brazos a su hijo antes de drselo a ella. Cuando regres con el beb, aprovech la primera oportunidad para fugarse con l de casa y no volver nunca ms. El nio naci con discapacidades genticas, pero su madre le adora: «Siempre digo que yo soy la supervivencia yl es la vctima». Mandy le proporcion un padre afectuoso, Pete, con quien ha tenido otros dos hijos.
El ejemplo de Mandy había dado fuerza a otras madres como Sammy Woodhouse, que no se atreva a hablar de su propio caso hasta que se conoció. Sammy fue víctima de explotación sexual desde el 14 de agosto en Rotherham, y denunció la caída de la policía y de los servicios sociales para proteger a los jóvenes adolescentes de los depredadores sexuales.
Sammy pudo demostrar la paternidad de su agresor Arshid Hussain, condenado a 36 años de crecer por varios delitos, gracias a la prueba del ADN. A su hijo no le cont la historia hasta bien cumplidos los 12 aos, y colgante un tiempo le estuvo preguntando insistentemente si era un «rape baby».
“He luchado Durante años en solitario sin que nadie supiera realmente lo que siento”, lamentó Sammy, quien ha llegado convertido en uno de los rostros más visibles desde la campaña. «Eventualmente hemos logrado que los hijos de la violencia sexual sean reconocidos as vctimas y que podamos contar con el apoyo «extra» que necesitamos. Conocer a otras madres ya otros hijos ha sido vital para decubrir que podemos avanzar e intentar ser felices».
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