La presidenta Tsai Ing-wen se reúne en California con el líder de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, en un gesto histórico
La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, se reúne con Este Mircoles con el Presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos en la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan en Simi Valley, California. Aunque oficialmente ha sido un encuentro privado, a nadie se le ha escapado el simbolismo. McCarthy – a hardsimo crtico de China – ha reunido con Tsai, igual que lo hizo su predecesora Nancy Pelosi, que viaj a Taipei el ao pasado en una visita à la que Pekn respondi con maniobras militares y lazamiento de misiles que sometieron a Taiwan a a bloque parcial que dura varios das.
En esta ocasión, la visita ha sido, de nuevo, criticada por China. No porque la justificación del secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, de que se utilizó un viaje privado supusiera mucha diferencia para el Gobierno chino, que no reconoce la independencia de Taiwán y no ha renunciado a su derecho a vadir ese pas. Tsai y McCarthy, además, han mantenido el encuentro cuando las relaciones entre EEUU y China están en su peor momento en cinco décadas.
Tsai aterrizó en Los Ángeles pudo regresar de un viaje a Belice y Guatemala, de regreso de sus últimos tres años como reconocer a Taiwán. Pero ya en su viaje de ida provoc cierta controversia al hacer una escala técnica en Nueva York.
Al mismo tiempo que Tsai estaba en EEUU, su antecesora, Ma Ying-Jeou, se encontraba en China, en una visita destinada a ensalzar los vnculos entre los dos pases. Like, the agenda of viajes del ex presidente y de la actual presidenta taiwanese Es también un reflejo de las divisiones internas en el no sobrio su política en relación a China. Unas divisiones que van más allá del puro nacionalismo ya que Taiwán, al contrario que China, es una democracia.
La reunión llega en un momento de cercanía entre Taiwán y Estados Unidos como no se ha visto desde que Washington reconoció a la República Popular China y retiró su representación diplomática de Taipei en 1979. El general Michael Minijan, uno de los máximos responsables de la Fuerza Area , ha escrito que “mi instinto me dice que EEUU y China [iremos a la guerra] en 2025”, en un documento interno que fue subordinado que luego fue filtrado a los medios de comunicación.
La Infantera de Marina (los Marines) se han trazado como misin para el siglo XXI defender el espacio areo y naval al este de China, en un amplio arco que va desde Japn hasta Vietnam. Mientras tanto, la mayor parte de los pases del Pacífico cercanos a China -como Japón, Corea del Sur, Filipinas y Vietnam- están aumentando su gasto en defensa y reforzando sus vehículos militares con EEUU. La decisión de Honduras de retirar su reconocimiento diplomático en Taiwán a favor de China, la semana pasada, ha sido abundantemente recogida en la prensa estadounidense.
el encuentro tambin ilustración de las aparentes contradicciones de la política de Joe Biden relación con China. Por un lado, Washington está levantando frente a China un muro de contención que también la tecnología, como ha quedado de manifiesto con su decisión -a la que se han sumado países como Japón y Holanda- de prohibir la exportación de chips avanzados a Pekín. Pero, por otro, el equipo de Biden está desperado por mantener canales diplomáticos con Pekín. Y ah es China quien no tiene inters en estrechar relaciones.
El Departamento de Estado, por ejemplo, lleva semanas tratando de organizar una visita de Blinken à Pekn, después de que el viaje inicial se suspenderá debido al incidente del globo-espa chino que sobrevol Estados Unidos en marzo. Pero China está dando largas en EEUU. Otros viajes de las secretarias del Tesoro y de Comercio, Janet Ayelen y Gina Raimondo; Respectivamente, duermen el sueño de los justos ante el disinters total de China.
Todo ello reveló que los puntos de contacto entre los dos pases son cada vez menores, y que China defianto abiertamente el papel hegemónico de Estados Unidos en el mundo. La presentación del plan de paz de Pekín para la guerra en Ucrania ha sido vista en Washington como un pas más en esta dirección, ya que para EEUU se trata simplemente de una iniciativa destinada a reforzar la imagen de China como mediador en el mundo en vas de desarrollo y no un proyecto realista para acabar con el conflicto.
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