Esta es la primera vez que el Instituto Nacional de Salud e Investigaciones Médicas (Inserm) utiliza datos desclasificados por el ejército en 2013 sobre pruebas nucleares estatales en la Polinesia Francesa. El Inserm estima así en su nuevo estudio, asumido a partir de estos datos y presentado el lunes 10 de mayo, que estos ensayos nucleares realizados desde hace treinta años en el archipiélago por el ejército francés son responsables del 0,6% al 7,7% de los casos de este cáncer de tiroides en Polinesia.
“Esta es la proporción de cánceres de tiroides atribuibles a los ensayos entre todos los cánceres de tiroides que desarrollaron o desarrollarán las personas presentes en el momento de los ensayos en todas las islas combinadas”, explicó a la Agence France-Presse Florent de Vathaire, investigador de la unidad de investigación Inserm-Gustave-Roussy y primer autor del estudio. O un impacto «débil, pero para nada inexistente»según él.
Análisis de predicción de riesgos
En este estudio, cuyos resultados se publican en JAMA Network Open, los científicos realizaron un análisis de predicción de riesgos.
Tras el trabajo inicial, publicado en 2010, el mismo equipo de investigación realizó un segundo estudio epidemiológico de 395 casos de cáncer de tiroides caracterizados entre 1984 y 2016 en Polinesia, y 555 controles de la población general.
“Este es el primer estudio que utiliza informes militares confidenciales desclasificados en 2013”, insistió el Sr. de Vathaire. Gracias a estos miles de documentos desclasificados, datos meteorológicos y un interrogatorio de cada caso y testigo, los autores pudieron simular la nube radiactiva de cada prueba nuclear, y estimar la dosis de radiación recibida por las tiroides de los participantes del estudio.( casi 5 miligrays en promedio).
De todos los casos de cánceres que requieren cáncer (395 personas), los científicos no encontraron asociación » significativo « entre la dosis de radiación a la tiroides y el riesgo de cáncer de tiroides. Sin embargo, si el análisis se limitara a los cánceres invasivos que requieren tratamiento, la relación parecería significativa.
Al visitar Papeete en julio de 2021, Emmanuel Macron dijo que Francia había » una deuda « hacia la Polinesia Francesa por realizar cerca de 200 pruebas nucleares en el Pacífico entre 1966 y 1996, y solicitando la apertura de los archivos restantes, con excepción de los datos militares más sensibles.
En 2010, París reconoció por primera vez que estos treinta años de explosiones atómicas habían tenido un impacto en el medio ambiente y la salud en Polinesia, allanando el camino para la compensación.