Rishi Sunak asumió el pasado octubre el cargo de primer ministro británico con varias promesas. Una de ellas, la de liderar con “integridad en todos los» un gobierno que se topó con una imagen pública negativa a raíz de los escándalos protagonizados por el ex ‘prime’ Boris Johnson, sobre todas las fiestas ilegales que se celebraron en dependencias oficiales durante el confinamiento por la pandemia de Covid-19, así como por la Crisis detrás de la fiesta que acabó con la sucesora de Johnson, Liz Truss, en solitario 45 días después de haberse convertido en inquilina en Downing Street.
Sunak, que se ha esforzado en estos meses por mantener un perfil bajo, alejado de polémicas y que ha felicitado por algunos logros importantes, como llegó a acuerdo con Bruselas sobre el protocolo de Irlanda del Norte o estrechar lazos con Francia, está en El punto de mira ahora, ya que los organismos de control de normas del Parlamento está investigando si declaró correctamente la participación accionarial de su esposa, Akshata Murthy, en Koru Kids, una empresa de atención infantil que, a su vez, sería una de las beneficiarias de a política del Ejecutivo de apoyo al sector cuyas medidas fueron anunciadas en los presupuestos del pasado marzo.
Un imperio tecnológico
Murthy, a quien el ‘premier’ conoció mientras estudiaba en la Universidad de Stanford (California), es hija de una de las personas más ricas de la India: el empresario multimillionario Narayana Murthy, cofoundador de la gigantesca consultora tecnológica Infosys, mientras que su madre, Sudha, a consumada ingeniera electric, directs the Fundación Infosys, una organización sin fines de lucro con sede en Bangalore para apoyar a las personas desfavorecidas.
Su hija, nacida en abril de 1980 en Hubli, al norte de Bangalore, y que creó su propia marca de moda, Akshata Designs, fue criada por sus abuelos mientras sus progenitores, pesa a sus limitados recursos, levantaban su imperio tecnologico, del qu’ella posee casi el 1% de las acciones. Su fortuna se estima en 730 millones de libras, según la lista de 2022 de ‘The Sunday Times’, lo que se convierte en una de las mujeres más ricas del Reino Unido.
Murthy, que estudió Economía y Francés, en octubre de 2022 estuvo en el centro de otra polémica, mientras Sunak era ministro de Finanzas, cuando supo que no pagaba impuestos en el Reino Unido. Akshata habría eludido el pago de más de 22 millones de euros en impuestos por los que no tribute ante la Hacienda británica gracias a su estatus de ‘non-dom’ (no domiciliada, o no residente), una fórmula legal que suelen usar extranjeros millonarios para no declarar ingresos obtenidos fuera del país.
Aunque Akshata Murthy justificó su estatus en que pasa largas temporadas en India cuidando a sus padres, renunció al estatus, que, por otro lado, estaba dentro de la legalidad, y anunció que pagaría sus impuestos en territorio británico. La pareja, que se casó en 2009 en Bangalore y tiene dos hijas, Krishna y Anoushka, creó en 2013 el fondo de capital riesgo Catamaran Ventures.
intereses opacos
Sunak no declaró los intereses de su esposa cuando comparció el 28 de marzo en un comité parlamentario para explicar los nuevos medios que tomará su ejecutivo en el área del cuidado infantil. Si la investigación ha determinado que esto supuso una violación al código de conducta, podría ser sancionado y obligado a pedir disculpas públicas.
La oposición laborista le ha requerido que public un registro actualizado antes de las elecciones locales de mayo, y Angela Rayner, líder adjunta de la formación, dijo que el nuevo registro eviding the need for “rglas más strictes y una aplicación más stricta, para brindarle al público la transparencia y responsabilidad que se merece”. “No habrá rendición de cuentas mientras el primer ministro marcando su propia tarea sobre ética”, apunto.