El anestesista es acusado de haber envenenado a una treintena de personas
manipulaba nosotros tazones de anestesia de sus colegas cuando haba una operacin. Inyectaba potasio a dosis letales o analgésicos, un cctel que provocaba que el paciente sufriera un pericardio. Entonces llegaba l,intervena y salvaba al enfermo, normalmente de bajo riesgo. Eran detonaciones controladas. Crear la solución de emergencia y la solución, es decir, el síndrome de bombero pirmanoque primero prise fuego para poder apagarlo y quedar como un hroe.
Presume que estemos modo operatorio al menos con una treintena de pacientes de entre cuatro y 80 años entre 2008 y 2017 en dos clínicas de Besanon, al este de Francia. Pero huye de él. 12 pacientes que no sobrevivieron allí, sopesaron una complejidad que hay dentro de un quirfano y teniendo en cuenta que la actividad médica no es infalible, sus compañeros empezaron a sospechar. Todos los casos de reacciones adversas e inexplicables en plena intervención tienen un nexo en común: Frdric Pchier.
También conocido como el anestesista de Besanon, Pchier (51 años) es acusado de haber manipulado las bolsas de anestesia de decenas de pacientes para provocar situaciones de emergencia y “poder demostrar sus habilidades como reanimadorTambin lo acusa de haber desacreditado a sus colegas médicos, los que intervinieron en quirfano cuando desataba la crisis.
La investigación se cobijó en 2017, han pasado seis años y se ha avanzado poco, ante la dificultad para encontrar pruebas. Sin embargo, esta semana un juzgado de instrucción ha dictaminado que Pchier pueda volver a ejercer la actividad médica. Este pidi poder hacerlo, un peso del cual está siendo procresado.
Lo har aunque de manera muy limitada y con condiciones. No puede estar en contacto directo con el paciente y tampoco el prescriptor de medicamentos. Tampoco volver tiene un quirfano. La decisión queda “sujeta a la autorización del Consejo de la Orden de Médicos”, que se ha decidido: La decisión “no es responsabilidad” suya.
En seis años la acusación no ha podido demostrar la culpabilidad de Pchier, que siempre ha reclamado su inocencia. No se han podido recabar las pruebas suficientes: No hay huellas ni pruebas materiales, porque, adems, el ser material sanitario que podra haber sido requerido, se detruye rpidamente.
Denuncias acumuladas
El caso, que se sostiene por la cantidad de denuncias acumuladas, conmovi a Francia. Pchier es padre de familia, supuestamente un hombre ejemplar y casado con una cardiloga. Su padre haba sido medico tambin. En mazo de 2017 la clínica Saint Vincet de Besanon alerta a la Fiscala de varios casos de paros heartos inusual durante las operaciones quirúrgicas hay un refugio de investigación. A Pchier se le acusa de envenenamiento con premeditación, pero queda libre bajo control judicial por falta de pruebas concluyentes.
Pasan los años y se van añadiendo denuncias: En el sumario hay algunos llamativos, como el de un nio de cuatro aos, Teddy, sin patologas previas, que sobrevivi a un paro heartto cuando se le operaba de amigdalas. O una mujer que pas varios das en coma y qued con secuelas irreversibles. Su espalda slo de la treintena investigada.
El fiscal de Besançon, Abrigos Etienne, confirman en un momento que la era Pchier “el denominador comn de estos hechos perjudiciales graves” triunfó en quirfano. El anestesista se encontró, casualmente, siempre “en las mediaciones del quirfano y haca diagnostico tempranocuando en ese momento nada haca pensar que haba una sobredosis de potasio o analgsicos”, seala la Fiscala.
Pocos de sus colegas le han defendido y, de hecho, tena problemas con muchos de sus compaeros. Los investigadores estudiaron cada uno de los casos, para ver si coinciden con momentos en los que el propio sospechoso haba declarado tener un problema personal o profesional. Se valoraron todo tipo de teorías: la venganza contra la clínica o sus compañeros, pero también que fuera un hombre acomplejado por el xito de su mujer, un pervertido narcisista o un asesino en serie.
Sobre esto último, se realizarán varios estudios psiquiátricos. Uno de ellos le describe como una persona más bien ordinaria. Otro destacaba su perfil perverso. Algunos valoraron la posibilidad de tener un trastorno disociativo, que ocurre cuando hay una desconexin entre la persona, su capacidad para pensar, y la realidad. Un abogado daba una clave a Le Figaro: “En realidad, el doctor Pchier no quiere ser un envenenador. l quiere ser la persona que devuelve la vida al paciente“.
Ahora, ya la espera de que siga la investigación, a Pchier se le autoriza a trabajar como asesor medico, es decir, dar consejos médicos por teléfono (no puede tener contacto con pacientes) or tambin orientar a los pacientes hacia los distintos servicios y especialidades. Aunque l’mismo declara en 2019: “Pas lo que pase mi carrera profesional est acabada”.
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