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Contracturas, trastornos digestivos, insomnio, así como reducir las tensiones a la salud: cómo gestionarlas

Contracturas, trastornos digestivos, insomnio, así como reducir las tensiones a la salud: cómo gestionarlas

El inicio de un problema de salud puede ser la tension cargada en alguna zona del cuerpo. Por alguna razón, porque vamos acumulando esa energía nociva en nuestro sistema musculo-esquelético, como las cervicales o la espalda o en nuestros órganos, y que el tiempo va consolidando esa sintomatología en forma de enfermedad a posteriori.

En todo caso, es evidente que esta tensión tiene un origen psíquico en el ser humano. En otras especies, como los animales, una alteración del entorno puede generar tensión: los conejos por ejemplo son muy sensibles a los ruidos intensos y la continuidad dañina de los mismos puede llegar a producir la muerte.

En nuestro caso, y debido a nuestra modalidad de procesar toda experiencia mentalmente, los estímulos del entorno “pasan” siempre por el filtro pensamientos y sentimientos.

El concepto de distraídoComo esto es forma de acumular tensión de manera crónica qu’afecta nuestro estilo de vida, es muy conocido.

Pero la tensión, ¿es siempre dañina?


Las tensiones también pueden manifestarse con síntomas digestivos. Foto Shutterstock.

Sin tensión no hay acción

Curiosamente, las tensiones son necesarias. Definida como la energía activada para mover un cuerpo o un sistema, generalmente se asimila a algo malo, pero sin ellas no se producirían los cambios.

De manera similar a cuando hablamos de estrés saludable como el esfuerzo que moviliza al organizationo a actuar en situación de desafío a su capacidad de adaptación, la tensión es esa posibilidad de Salir de un estado de reposo para dirigir allí la energía en una dirección determinada.

Ahora bien, nuestro gran problema es la regulacion de voltaje. Aprende desde muy temprano a utilizar más el esfuerzo del necesario y generar tensiones nocivas.

Nuestra mente no sabe discernir con precisión cuánto es precisión activar a cada momento y, como un termostato que funciona malDesaparece cantidades inmensas de adrenalina y cortisol, los neurotransmisores responsables de la intensa acción en el organismo.

Para Lorena Maggi, profesora de yoga en “Espacio Yoga”, todo pasa por las tensiones. “Existen tantas en nuestra vida cotidiana -dice-, y que se manifiestan en problemas digestivos (úlceras), las contracturas musculares, el insomnio, las migrañas, las disfunciones cognitivas como la falta de atención y/o de memoria”, entre otras.

El yoga reconoce tres tipos de tensiones, según la profesora:

tensiones físicas: relacionados con el cuerpo, el sistema nervioso, el sistema endócrino, los músculos, etc. Esta contractura muscular pasa percibida por la habitación, pero causa alteraciones fisiológicas en la respiración, en el metadato, circulación. Los conflictos psíquicos también se expresan a través del cuerpo (además de los desequilibrios mentales).

Estrés mental: ocurre por la actividad mental excesiva, las presiones sociales, la gran cantidad de estímulos que entran continuamente por los cinco sentidos, vivir en el pasado con la memoria, en el futuro con la imaginación, las fantasías, las opiniones constantes, las confusiones y oscilaciones permanentes.

tensiones emocionales: proviene de las dualidades: amor-odio; lugar-dolor; exito-fracaso; dicha-infelicidad; ganancia-perdida. Lo géneros agradables apego o avidez, ese sentimiento de desesperación que algo no acaba. Lo desagradable nos conduce al rechazo o aversión, el deseo que desaparezca.

Restauración del cuerpo: una misión urgente

El camino de la transformación está en la mente, decía el Buda. “No hay nada que produzca más dolor y sufrimiento que una mente no entrenada -afirmaba-. Como tampoco hay nada que produzca más felicidad que una mente entrenada. De verdad que una mente así brinda bienestar y felicidad absoluta”.

¿Qué es una mentalidad entrenada para el Buda? Una mente totalmente atenta, pero una atención que tiene una característica clave: es ecuánime, enfocada, sabe discernir.

Una mente así, sabe también usar las tensiones necesarias, tal como lo expresó el gran maestro a su discípulo indolencia y la pereza. controlando tus sentidos. Poco a poco, paso a paso, progreso para la senda”.

Y en este camino no funciona aliviar la tensión diciéndole a la mente: “relajate”, comentó Lorena.

No se trata de deseos virtuosos sino de una sólida intención de cambio y de un entrenamiento que nos ayude a des-condicionar todos los estudiantes erróneos de cómo percibir nuestro entorno y gestionar las tensiones.

Si es un mundo estresante, cambiante, a veces realmente incierto, no podemos dejarnos arrastrar por ese estrés colectivo que parece impactar en la sociedad.

Tenemos que generar un estilo de vida que desafíe esos aprendizajes tempranos distorsionando, inhabilitando.

Ese estilo debe restaurar el daño que por años hemos hecho en nuestro organismo de manera integral: esos automatismos dañinos que nos persiguen a cada instante y que constituyen nuestra neurosis moderna. La euforia, el aburrimiento, la ira, la angustia y el vacío, son sólo experiencias que representan esa manera desconectada de estar en esta maravillosa experiencia de vivir.

Aprende eso existe el dolor y que es inevitable experimentarlo, que todo es dinámico y cambiante y no podemos aferrarnos a nada, a que el control es una ilusión y que tenemos la posibilidad de modelarnos con las prácticas saludables para la mente, es clave.

Los momentos de relajación ayudan a reponer energía, dice Martín Reynoso.  Foto Germán García Adrasti/Archivo Clarín.
Los momentos de relajación ayudan a reponer energía, dice Martín Reynoso. Foto Germán García Adrasti/Archivo Clarín.

Caminos que enseñan a gestionar las tensiones

El yoga, el mindfulness, la meditacion e inclusive las practicas deportivas, pueden ser medios de tubería de nueva energía y autorregulación de las tensiones. El aprender a compartir de manera amable y generosa con otras personas, con otras especies y respeto profundamente nuestro universo son también cuestiones valiosísimas para estar en paz con nosotros mismos.

Lorena nos recomienda, además del adecuado descanso, la capacidad de relajarnos: “Es la manera de responde nuestra energía. Y mientras más acción y tensión experimento, más necesito activar la respuesta de relajación”, definida por Herber Benson como una activación hipometabólica de predominio parasimpático.

Más acá en el tiempo se ha descubierto la existencia de un nervio clave en nuestras organizaciones para la relajación, el nervio vago.

Allá estimulación del nervio vago ventral que va desde el cerebro al estomago tiene un efecto directo sobrio la actividad cerebral irregular y nos permite lograr estados mas relajados en todos los organismos.

Como elemento principal del sistema nervioso parasimpático, el nervio vago resulta esencial a la hora de incidir o mejorar todas aquellas funciones involuntarias del cuerpo humano: desde la respiración y los movimientos gastrointestinales, hasta el ritmo cardíaco.

“Mediante la relajación muscular consciente se logrará deshacer las contracturas, de modo lento pero seguro (quizás la velocidad de esta contemporaneidad nos invita más a buscar un analgésico para poder seguir, que ir en búsqueda de una verdadera solución) – prosigue la profesora- y al mismo tiempo que se déshacen las contracturas van desapareciendo las tensiones emocionales y mentales.”

“El cuerpo va recuperando energía y por ende salud. La vida afectiva adquiere mayor estabilidad. La mente se va calmando, serenando y por lo tanto consigue mayor profundidad y claridad además de pensamientos y procesos. Así podemos cultivar una vida interior en contrapartida de la constante extroversión y búsqueda en el afuera”, afirmó Lorena.

La visión del mindfulness es similar: todo comienza por la atención ecuánime, la cual brinda capacidad de autoconocimiento y por ende una adecuada comunicación y conexión. El camino de entrar en la menta a través de prácticas formales e informales son fundamentales.

Pregunta final: ¿cómo estás scrolleando en tu celular ahora? ¿Predomina una tensión ansiosa y una insatisfacción emergente? Detenete, respira, indaga lo que es realmente necesario. En cada pequeño acto la conciencia hace la diferencia. Y la conciencia de nuestras tensiones es clave para construir un buen vivir.

*Martín Reynoso es psicólogo, director de Entrena tu cerebro Argentina y autor de “Mindfulness, la meditación científica” y “Entrena tu cerebro emocional”.

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By Juan Carlos Rodríguez Pérez

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