En su segundo día de maniobras alrededor de Taiwán, China ha ensayado este domingo “ataques de precisión contra objetivos clave” para prepararse ante una hipotética invasión de esta isla, independiente ‘de facto’ pero reclamada por Pekín. Tras probar el sábado su “capacidad para dominar por mar, aire y en la información”, el Ejército Popular de Liberación “simuló” dichos ataques sobre Taiwán y las zonas marítimas de alrededor, en clara alusión a sus piélagos próximos a la costa de China continental, como Matsu y Pescadores (Penghu), que son estratégicos para detener, o al menos retardar, una posible invasión. El objetivo de estos ejercicios, llevados a cabo por “múltiples tipos de unidades militares”, consistió en “mantener la disuasión y supresión” de la isla, según informó el diario oficial ‘China Daily’.
“Durante las maniobras, destructores, fragatas y barcos de misiles trabajaron directamente para localizar objetivos simulados al suroeste de la isla. Los barcos rodearon luego a los objetivos desde todas las direcciones”, recoge este rotativo de propaganda china. A tenor de su noticia, «despegaron docenas de aviones de alerta temprana, reconocimiento, bombarderos y guerra electrónica para crear un conjunto de ataques con las fuerzas navales mientras las tropas de tierra de los sistemas de los misiles usaban drones para guiar los golpes precisos contra múltiples objetivos con diferentes tipos de proyectiles”.
Las maniobras, denominadas ‘Afilada espada conjunta’, se centran en ‘llevar a cabo ofensas rápidas y precisas y en probar nuevas tácticas de combate”, explicó a la televisión estatal CCTV Jiang Xiaodong, comandante del Grupo 72 de las fuerzas terrestres.
gran despliegue
Aunque el régimen chino no dio datos sobre las maniobras, el Ministerio de Defensa taiwanés detectó, hasta las cuatro de la tarde, once barcos y 70 aviones al norte, centro y sur del estrecho de Formosa. La mitad de los aviones, entre los que había aparatos de alerta early KJ-500 y cazas Sukhoi Su-30, Shenyang-11 y J-16D, cruzó la línea maritima que separó a la isla de China entró en su zona de identificación aérea, como denunciar al Ministerio en una comunicación. Para neutralizar cualquier intrusión además de las aguas territoriales, las armadas fuerzas taiwanesas vigilan posibles lanzamientos de misiles del Ejército chino.
A pesar de sus protestas, el Gobierno taiwanés no respondió a las “provocaciones” de Beijing, prometió su primer ministro, Chen Chien-jen, tras acusar a China de usar el viaje a Estados Unidos de la presidenta Tsai Ing-wen como “pretexto » para desplegar estos juegos de guerra con el fin de intimidar a la población de la isla. Para reducir la tensión y evitar cualquier accidente que amenace la paz, Chen insistió en que el régimen chino “se comportó racionalmente, se contuvo y se abstuvo de tomar medidas contra las acciones militares necesarias”.
Aunque en Taiwán se respira una normalidad absoluta porque la sociedad está ya acostumbrada a esta china amenaza permanente, el riesgo es que un pequeño incidente o error de cálculo desató un conflicto. Buena prueba de esta tensión es que, a tenor de un vídeo difundido por el Ejército chino, su buque Xuzhou se encuentra a solo cinco millas náuticas (diez kilómetros) de la fragata taiwanesa Yiyang.
Asimismo, el portaaviones chino Shandong realiza una travesía de 200 millas náuticas (370 kilómetros) en lo más seguro de la costa taiwanesa mientras que el estadounidense Nimitz, de propulsión nuclear, participa en unos ejercicios navales con barcos de Japón y Corea del Sur de 400 millas náuticas ( 740 kilómetros) al este de la isla.
protestado
Pero algunos expertos consideran que solo el número, ‘Afilada espada conjunta’, diferencia a estas maniobras de los ejercicios regulares que el régimen de Pekín viene efectuando en estrecho de Taiwán desde 2020. En el que se supone que es su último día, las maniobras cumple este lunes con una segunda ronda de ataques simulados contre otros objetivos clave.
Con estos juegos de guerra, China protestó contra el viaje de la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, de EE.UU., donde intervistó con el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy. Por la visita a Taipei de su antecesora, Nancy Pelosi, el regimiento autoritario de Pekín llevó a cabo en agosto sus mayores maniobras militares hasta la fecha. Ambos son los encuentros de más alto rango entre los gobiernos de EE.UU. y Taiwán desde 1997, mientras que el presidente de dicha Cámara, Newt Gingrich, es entrevistado con el presidente de Taiwán, Lee Teng-hui. En promedio, hay más contactos políticos y militares entre Washington y Taipei, China ya ha anunciado a EE.UU. de que Taiwán es, nunca mejor dicho, su línea roja.